sábado, 20 de junio de 2009

Estación sin Brisa.

Abrumadoramente impalpable es el aire que respiro,
abrazador pero agresivo y desquiciado,
no centra mi ansiada salida a la nada,
atrapa cada gota de sudor frío en su ambiente rancio.

Dibujaré la espesa bruma del horizonte,
a más anochecer mas ansío no despertar jamás,
cada hoja de cada árbol expresa un distinto color,
pero no es color de otoño,
no es verde brillo de verano,
una visión desde adentro de tus parpados,
no mas oscura que el cielo en noches de invierno.

Es una estación sin detalle:

Un intento crudo de planicie,
un susurro fallido de una mariposa,
una planta opaca que no consiste,
que no da vuelta en el humor vacío,
y no alimenta los pulmones,
de aquel sol flotante que se aparta,
que calcula los días de apagarse.

Un momento sin horas,
un fluir mediocre de paisajes,
produce rostros sin expresión,
transcurre sin alterar el mas mínimo detalle,
sin interrumpir mañanas artificiales,
flores a blanco y blanco,
mariposas negras ocultas en algodón,
tierra transparente,
gente sin imaginación...

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