domingo, 27 de septiembre de 2009

Depresión.

Eh dudado bastante,
del destino que espera paciente tras mi espalda,
del deprimente sentimiento,
cuando no me ves, no me hablas, no me esperas,
yo muero lentamente,
sentado a lado tuyo,
y tu, no me ves morir.

Mirarte es mi pasion,
hablarte mi esperanza,
esperar mi necesidad,
tu objetivo,
ignorarme,
no ignorar a los demas,
lo niegas,
pero yo lo se.

Asi el dia brille en lo alto,
yo me siento gris debajo,
si miramos los pajaros cantar,
yo escucho el rechinar de los autos.

Muriendo a tu pacifico lado,
yo sigo en aquel transe,
a tu hermoso lado,
el tiempo no es el que demora,
soy yo quien hago que se atrase.

En tan vacio día,
no reaccionan las articulaciones,
el caminar es lento y pensativo,
el viento sopla mas fuerte cada momento,
estoy dispuesto a dejar que me arrastre.

Lo habitual,
amanesco pensando en ti,
el problema no es recordarte cada mañana,
el problema es no saber si ese dia te vere,
o pasare ilusionado y solo otra vez.

Tan frecuentemente al pensamiento,
recurro para sentirme mas miserable,
vas y vienes como el viento,
aqui me quedo y no hago nada...

Se que no vendras...

Dedicado al dia sabado 26 de septiembre
2009
(Un dia en el que nada nos sacaba de la oscuridad)
(Adrian Matos, Juan F. Cordova(chos), Renato Maldonado, Sebastian Abad)

lunes, 14 de septiembre de 2009

Mi Girasol.

Cuando sentía tus frios dedos bajar por mi espalda,
erizabas todo mi cuerpo con el susurro de tu piel,
dibujando en el aire la gama de una aurora boreal.

La sinceridad de los sentimientos,
el amanecer de un nuevo día sabiendo que te tenía,
mejor aun el que amanecia a tu lado,
y malos dias aquellos que no me encontrabas en el planeta.

Mis latidos se quedaron helados,
mi pecho destruido,
siento que mi corazón te llevaste,
pero sin duda mejor estará contigo.

No hay tristeza en ese corazón,
no hay soledad en tu llanto,
no hay palabras en medio de los sentidos,
no hay rostros de conformidad ni ojos de alegría.

Ya no me comunico como antes,
no hay nada en este lugar para mi,
si en un día de esperar me desvanezco,
con el tiempo desapareceré hasta el fin.

Suelo pensar que no te merezco mi girasol,
suelo sentirme vacío,
el sentir pesado de tu distancia física,
el tiempo prolongado que seguiremos de esta manera.

Suelo pensar que no te merezco mi girasol,
suelo en mi cabeza repetirlo,
tu actúas como la rosa y yo como los espinos,
tu el imán que se acerca, yo el que salta lejos por inercia.

No dudo de que te quiero,
no dudes de que lo hago,
solo suelo en mi cabeza pensar,
que este girasol no merezco...