No hay rumbo preferido ni un comienzo,
continuare haciendo lo que se,
manera indecisa de mantener el equilibrio,
cortar los oidos de las paredes,
para que no delaten mis errores,
no tragarme los gramos de protección,
pedir explicaciones adaptadas a lo que creo conocer,
acoplado de tal manera que soy un instrumento que no produce sonidos,
tan complicado como sacarle una sonrisa al aire,
quiza tan complicado incluso para describirlo...
Ese interminable transcurso de los minutos,
parece no haber pasado,
el tiempo detenido en tu llegada,
acelera no el segundero sino mi corazón,
y distrae mis ojos en cierto lapso de despegue al cielo,
al espacio y mas atras de los planetas,
un mundo llamado mi emisferio...
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