martes, 18 de agosto de 2009

Frio Nocturno.

Cada vez que veo a Marte en el cielo,
cada noche que miro hacia arriba,
recuerdo viajes largos y tenerte anhelo,
solo esperarte quiero hasta que vuelvas,
no hay duda de que aquí estaré sentado,
no hay motivos para dudar de nuestras estrellas.

Que inquietante momento llega,
en lo mas alto de este mundo,
para encontrar un camino obscuro,
que ataca al que pasa y revienta su mente,
derramando pintura de colores vivos,
tan vivos como tu en mi pecho,
que mueves mis músculos hasta planear de repente.

A cada paso me alejo mas,
a cada girar de un disco vacío,
con el mirar de mis ojos das una sonrisa,
con mirar la tuya sale la mía,
y en el amplio eco de tu corazón,
acentare mi cabeza y dormiré por siempre.