Multicolor.

La ves que la conocí...

Sentados al sol,
expresa sus ideas,
con un audífono en su oreja,
medio acostada y medio perpleja.

Yo, por otro lado,
miraba sus pantalones a cuadros,
sus brazos medio largos,
su cabello recogido y los mechones de colores,
los collares que colgaban de su cuello,
el movimiento de sus labios en cada palabra,
a su inquieta hermana,
que idolatra a Peter Pan,
a su amable madre,
una poeta con afán...

Me regaló un helado,
un cigarrillo,
una vitela usada rara ves,
y su teléfono, lo anoté después...

Luego de mostrarle algunos poemas,
pude escucharla practicar el piano,
muestras de unas cuantas notas,
notas que ha olvidado...

Tomé mi mochila y zapatos,
ofreció acompañarme al ascensor,
al llegar al piso de abajo,
me miró y se despidió;
y cada uno de los dos,
por diferentes lugares se marchó...

Para: Daniela Álvarez.

Aire para los "No Renovables".

Invisible ante el uso de la demencia,
extendido sobre todo el camino,
no seas tan alejada mujer si no te gusta la muerte;
sal de tu agujero un par de veces,
vives más de lo normal,
dañándote a lado de la ventana para evitar la permanencia de tu olor,
con fotos y espejos gritando alrededor.

Armando uno mas, uno menos,
despedazando los extremos de las hojas,
uno mas, uno menos,
con venenos asfixias a las aves,
uno mas, uno menos,
hacia las puertas de sangre,
uno mas, uno menos,
camino de recursos inolvidables,
uno mas, uno menos,
cabellos de mi cráneo caen,
uno mas, uno menos,
recuerdos de angustia se acaben,
uno mas, uno menos,
salubres cuerpos envuelven a Enero,
uno mas, uno menos,
juntos y eternos,
uno mas, uno menos,
muerte, desden y deseo,
uno mas, uno menos,
camuflados en tu regazo,
uno mas, uno menos,
tomas mi mano y yo las levanto,
uno mas, uno menos,
sacrificas tu cuello en vano,
uno mas, uno menos...

Hoy la visión te quitare,
no hay mas por entregar,
no queda nada por dejar,
mi vida ya te la explique,
no las va a tolerar,
no te quise ofender,
dejándote de apreciar,
esperaba entendieses mi razón de amar,
pero otra ves, falle, herré,
precipite mis palabras,
y ahora no queda nada,
nada mas por entregar,
nada mas por dejar,
me encuentro a punto de miel,
¡A punto de estallar!,
solo te escucho gritar,
como un perro, a otro perro ladrar,
¡Aire!¡Aire para los "No Renovables"!,
para los culpables de la frialdad,
de la asquerosa, vana humanidad,
de tu y yo...

Clases de Medio Día.

Volver a una vida supuestamente estable,
deslumbrado y fundado,
integrado por entes externos de lujuria,
entes supremos de furia.

Fui armado y ensamblado,
forjado y amarrado,
ensortijado y botado,
por empezar a creer en tus sentimientos…

Desaparecido entre los años,
refugiado de las bombas,
que me lanzas en cada “Te quiero”,
cada ves que me amas…

Somnoliento, no ha vuelto,
ya no puedo esperar al embrión,
no puedo dejar mis gustos,
por ir en busca de un bailarín y un trapecista.

Esa fue la túnica, la chispa,
que usaste en tu funeral,
metanolico tu sistema,
en forma de un poema lo muestro…

Penta tónico tu sistema,
en acordes varios lo manifiesto,
atónito tu sistema,
en silencio y miedo lo presento.

En mi mente rectifica el nepotismo,
aparte el “patriotismo”,
a un corazón desnudo,
no niego un saludo.

A tus pasos me adelanto,
anticipo tus golpes,
por eso me dolió dejarte,
tan ingenua y tan torpe…

No pierdas la imaginación,
no gastes tu fascinación,
me encanta como eres ahora,
no pierdas tu pigmentación…