Con los ojos plenamente abiertos,
pestañas en escalera,
se arregla una nena
para ir a la escuela.
Entre camiones y culebras
ella se menea,
mostrando su buen lado,
a la sociedad que aprecia sus encantos.
Recividos en la inmensidad de Sofia,
nos refugiamos bajo el agua,
de los angeles de humo
de los mensajes ocultos.
Mas tarde continuo,
tomo un receso,
lo mezclo con tu aliento,
le doy un buen huzo.
Doy vuelta,
me doy cuenta de que estoy con mis ojos cerrados,
alimento el cerebro,
dicimulando mi estado.
Soy otro descuido,
que corre de tus garras,
mis piernas piensan con mentalina,
sueño con vivir otro día.
Donde estas...?
-En el otro lado de tu corazon,
ya que en la cara delantera,
solo muestras depreción.-
Las nociones del mundo opuesto,
caen sobre nosotros,
parecen no tener sentido alguno,
parecen un simple soborno...
Calmate,
estaras bien amarrada,
soldada, amontonada,
entre tus almohadas...
De cuatro en cuatro,
van los tiempos,
guardando alientos...
sin remortimiento, sin llanto.
Esa noche no fue hoy, no sera mañana.
No existio, no lo hara.
No quedo aquí, no quedara allá.
No lo imaginaste, pero en ti crecera...
Sabras saborearla,
vómito sin cuidado,
aprenderas a amarla
a tenerla entre tus brazos.
Sujetas la comida con tus dientes,
y la desgarras hacia tu bientre,
como los retasos de mis notas
que acabaron tras tus lentes.
Salen de la nada,
perciven tu miedo,
alimentan tu cráneo,
tiemblan en el frío del mediterraneo.
Guardan y publican,
manchan de avaricia,
lo imprimen en tinta negra
y luego lo critican.
Me marcho ahora,
nadie me esta mirando,
estoy a la interperie,
estoy cansado...
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