domingo, 14 de diciembre de 2008

Mi memoria continuara...

Luces que no conocen la melancolía, rebotan en la vista haciendo bordes incandescentes. Dejando rincones pendientes de compañía... ciegos y dementes.
No me dejes en la habitación llena de tus amigos y nenas que están enamoradas de Dicaprio y Romeo...
Frunces la mente, supones que Marcela vendrá en cualquier momento...

Sigues esperando a la mañana y al sol...

La fábrica de emociones no encuentra niños para colorear su pálida luna, su sintético y resplandeciente verde, sus bolsas de ajonjolí crujiente, la verja agridulce donde se pegan los mosquitos, la chompa café canela con la que bailabas a mi lado, con la que me dejaste conquistado. Con la capucha hasta la cara, el cabello despeinado. Mis manos con tus manos, tu cabeza en mi pecho, y la mía en tu cuello estrecho.
Caminando por Londres, en callejones a pleno ocaso, gritando bajo la lluvia fría, secando la ropa con toallas remojadas en valeriana, olor a té de invierno y semillas sin corteza, dejando bajo la mesa colillas de cerezas sin terminar, el día aun no se ve llegar...

Sigo esperando a la mañana y al sol...

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