Dias...

Si me siento a contar las estrellas,
fuese como sentarme a contar las veces que pienso en ti diariamente,
si me siento a contar los granos de arena,
fuese como contar los sueños en los que tu apareces,
contar cada insecto del planeta,
no basta para llenar las veces que quise decirte un te quiero,
contar cada gota de tempestad que cae sobre nosotros,
simplemente no bastase para comprender tus deseos,
tus ojos que llaman a los míos,
me envuelven en un aura de sentimientos puros,
tu haces que mi mundo parezca pequeño,
un mundo de cianuro,
donde no necesito de nada extra,
necesito de ti,
una guitarra,
y la promesa de que continuaremos los dos por el tiempo que resta,
hasta el día en que mi luz muera,
quisiera tenerte para acariciarme,
quisiera que quedemos lado a lado,
y si el uno salta,
saltar los dos para jamás ser olvidados,
quedarnos uno en el otro,
y llegar a ser un bizarro trastorno de odio,
odio hacia lo básico,
hacia lo típico y no hacia lo sarcástico,
en un sentido fuera del nuestro,
un sentido que debe morir de inmediato,
el sentido sensato de un gesto absurdo,
el sentido que mata lo que creemos,
lo vuelve algo completamente mudo,
un idioma que inventé hace un segundo,
una frase que dejé en pausa,
una mariposa que se camufla para no morir,
un corazón que se aburrió y dejó de latir,
una promesa de apartarnos de las excusas,
una observación dilatada,
en el cielo nadan las medusas,
creación de una mente distorsionada,
que inventa mas palabras para escribir aquí,
para expresarte todo esto,
no basta ni contar cada alma que ha muerto,
ni cada pensamiento,
en cada cabeza,
en cada día de aburrimiento,
en cada sentimiento que crezca,
tus labios me abren paso,
y me permiten sentirlos mas cerca,
es lo único que quiero,
permanecer encendido en tu cabeza,
quedarme dormido contigo, no despertar hasta saber que nadie mas nos interesa...