domingo, 28 de septiembre de 2008
Luna de Marfíl.
Una mirada; solo una, y todo mi mundo cayó sobre tus hombros. Ante ti un cementerio de sueños y metas que dejaron de ser posibles. Rostros con expresión azulada, ciegos y solitarios, se sientan a esperar la llegada de una luz que los libere de este mundo tan frío, tan insensible... Con fervor saltaré del seco cemento y emprenderé un viaje por todo tu cuerpo, hasta conocer cada rincón de tu piel, cada curva, cada poro... Y si llegase a perderme entre tus pestañas, me refugiaré en tus ojos oscuros, y los contemplare mientras la luna de marfíl no consuma mis horas.
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